
Irán es un país parcialmente aislado no solo a nivel regional, sino incluso global. Sin embargo, ha sido capaz de convertirse durante décadas en uno de los actores principales de Oriente Medio. Todo se debe a una alianza clave que hoy no pasa por su mejor momento. ¿Qué es el Eje de Resistencia?
Nacimiento del Eje de Resistencia
Hablamos, en pocas palabras, de una red de alisados en Oriente medio, cuyo principal impulsor es Irán. Si algo tiene en común este grupo es su odio a Israel y Estados Unidos, que es justamente la semilla a partir de la cual nace esta amalgama de relaciones. Como decimos, el líder indiscutible de esta alianza es Irán, un país con una posición complicada en Oriente Medio, pues su ciudadanía habla mayoritariamente persa (frente al resto, que hablan árabe) y pertenecen a la rama chiita del islam (frente a los sunitas). A pesar de ello, el país ha conseguido ganarse un papel principal en la zona, especialmente mediante el apoyo militar y financiero a distintas milicias locales, lo que le ha permitido igualar a otros puntos de poder en la zona, como son Egipto o Arabia Saudita.
Si algo tiene en común este grupo es su odio a Israel y Estados Unidos, que es justamente la semilla a partir de la cual nace esta amalgama de relaciones
Es justamente su situación de aislamiento la que le ha brindado un discurso y mecanismo mediante el cual ganar adeptos. El país se centró desde un inicio en financiar y reclutar minorías chiitas en otros países. En la actualidad, se calcula que Irán sería responsable de hasta 20 grupos en la región, aunque no hablamos de un grupo compacto, pues cada eslabón tiene sus intereses propios y, además, el control de Irán no siempre es completo. Veamos quiénes son los principales miembros.
¿Quién lo compone?
Uno de los miembros más importantes, especialmente en los últimos años, ha sido Hamás, la organización formada en 1987 contra la ocupación israelí de Cisjordania y Gaza. El grupo controla la Franja de Gaza tanto en términos políticos como militares desde hace décadas, pero el ataque lanzado contra Israel en octubre de 2023 ha provocado una respuesta contundente desde Tel Aviv. Más allá de los vaivenes respecto al alto al fuego, Hamás parece en la actualidad considerablemente debilitado, no estando claro cuál podría ser su final.
Otra de las milicias que más atención ha recibido en los últimos tiempos es Hezbolá, formado bajo la batuta de Irán durante la guerra civil en el Líbano. De hecho, el grupo armado nace con el claro objetivo de combatir contra los israelíes establecidos en el sur del país, algo en lo que tuvieron muy buenos resultados en 2006. Durante mucho tiempo, Hezbolá ha sido considerado el grupo no estatal más poderoso del planeta, ganando muchísimo poder en el Líbano y convirtiéndose en entrenador de otras milicias en Irak o Yemen. Sin embargo, tras lo ocurrido entre Israel y Hamás, también hemos sido testigos de una escalada entre el primero y Hezbolá, lo que ha llevado a una nueva invasión del sur del Líbano y a un considerable desgaste de Hezbolá.
Otro de los pesos pesados del Eje de la Resistencia era Siria, pues Irán se venía dedicando a suministrar desde soldados hasta petróleo a Bashar al-Assad. Sin embargo, todos somos conocedores de la rapidísima ofensiva lanzada por los rebeldes en el país, que consiguieron derrocar al gobierno de Assad en tiempo récord. La caída de Siria como aliado iraní supone un mazazo considerable y, en palabras de uno de los asesores clave del país, Siria era “el anillo de oro de la cadena de resistencia en la región” y, sin ellos, “esta cadena se romperá y la resistencia contra Israel y sus partidarios se debilitará”. Siria era la unión geográfica que permitía el traslado de armas y suministros, por lo que el Eje de Resistencia no solo pierde así a uno de sus miembros más fuertes, sino que el resto se debilitan considerablemente (y, como ya hemos visto, no pasaban por un buen momento antes).

Otro de los actores que más atención ha acaparado en los últimos tiempos son los hutíes, un grupo militar que combate al gobierno de Yemen y que, por ahora, controlan el noroeste del país, además de la capital. Tras comenzar la guerra en Gaza, los hutíes se han dedicado a amenazar el tráfico marítimo que pasa por el Mar Rojo, una de las rutas comerciales más importantes del planeta. Este parece el único engranaje del Eje que sigue siendo capaz de resistir (aunque debilitado), incluso a coaliciones en las que Estados Unidos e Israel han participado.
Finalmente, también debemos mencionar como miembro del Eje de Resistencia a algunas milicias iraquíes. Bajo el régimen de Saddam Hussein, grupos chiitas fueron perseguidos y, como consecuencia, miles de ellos acabaron exiliándose en Irán. Una vez Hussein es derrocado en 2003 por Estados Unidos, estos chiitias vuelven a su país, pero algunos ya bajo membresía militar y con un odio claro hacia Estados Unidos. Desde entonces, han sido clave en la toma del norte de Irak y ya cuentan con enlaces políticos en el parlamento iraquí. A pesar de que esto son buenas noticias para Israel, el país ocupó la zona desmilitarizada en los Altos del Golán y bombardeó algunos depósitos de armas, todo con el fin de asegurar que Siria, lo gobierne quien lo gobierne, no se levante contra el país.
¿Repliegue de Irán?
Como ya hemos visto, el ataque a Israel de octubre de 2023 provocó una respuesta contundente del país, que poco a poco ha ido desarrollando distintas operaciones militares que han dejado al Eje de Resistencia muy debilitado y dos frágiles treguas con el enclave Palestino y Líbano. Irán, tras la firma del alto al fuego entre Hamás e Israel, ha hablado de una victoria del Eje de Resistencia, aunque simplemente parece un intento por minimizar un golpe duro.
Sin embargo, no se puede dar a Teherán por muerto, pues la historia nos enseña la considerable resistencia que han ofrecido a anteriores reveses, como la guerra con Irak, la primera presidencia de Trump (habrá que ver cómo manejan la segunda) o las protestas masivas en su propio territorio. Para hacer frente a todos estos desafíos, el país sigue contando con la Guardia Revolucionaria y un arsenal que quita el hipo. De hecho, es posible que el aislamiento al que se ve abocado les motive a impulsar su plan nuclear, pues la posesión de la bomba atómica parece una de las últimas opciones para asegurar su posición regional y, sobre todo, evitar el ataque de los enemigos. Sin embargo, deben ser cautelosos, pues cualquier paso en falso daría a Israel la excusa que tanto tiempo han buscado para iniciar un ataque sin igual y tratar de destruir cualquier avance nuclear del país.
Por ahora, todo apunta hacia un repliegue iraní. Los dirigentes, mientras se lamen las ideas, evaluarán la situación, pues todo apunta a que no hay consenso sobre cuál es el siguiente paso a seguir. El actual presidente, Masoud Pezeshkian, es considerado como parte del sector moderado, por lo que parece abierto a dialogar sobre su programa nuclear. Por otro lado, Alí Jamenei, líder supremo y verdadera autoridad del país, desconfía considerablemente de Estados Unidos, especialmente con la llegada de Donald Trump.