
El partido nacionalista vasco se encuentra sumergido en un cambio generacional. A finales de 2024 hubo cambios en las direcciones regionales de Álava, Vizcaya y Guipúzcoa; ahora se debate en el seno del partido si debería haber un cambio en la presidencia, lo que ya son palabras mayores. Los actores que optan a ese puesto son Andoni Ortuzar, quien pretende seguir en el cargo tras tres mandatos, y Aitor Esteban, candidatura impulsada por un número importante de batzokis, las sedes sociales del partido donde se reúnen habitualmente los militantes y simpatizantes.
El PNV se ha convertido en un actor determinante, junto a Junts o EH Bildu, para que el Gobierno consiga aprobar propuestas y leyes. El último ejemplo de esta relación entre el Gobierno y el Partido Nacionalista Vasco levantó alguna que otra polémica: el Gobierno de España va a ceder un edificio en París que fue sede del Gobierno Vasco en el exilio y que hasta ahora era el lugar donde se encontraba el Instituto Cervantes. Esta cesión fue uno de los argumentos del PP para votar, en una primera instancia, en contra del decreto.
Pese a la primera negativa de Junts junto al PP y VOX a votar en favor del decreto ómnibus, PSOE y Junts han llegado a un acuerdo y finalmente saldrá adelante. El gran damnificado de este acuerdo ha sido el PP, que se ha quedado fuera de juego de nuevo. Ni el PNV ni Junts han querido acercar posturas con Feijóo. De este modo, para evitar quedarse solos junto con Vox en el rechazo a las ayudas al transporte o a la subida de las pensiones, el PP anunciaba vía X que también votará a favor del decreto. A pesar de su rechazo inicial, el edificio de París volverá a manos de los del PNV.
Sin embargo, el PNV también ha sido noticia en los últimos días por otra cuestión: ¿Quién va a dirigir el partido tras el proceso electoral interno? ERC fue uno de los últimos partidos en renovar su dirección y marcar una nueva hoja de ruta. Ahora es el turno de los jeltzales y Andoni Ortuzar va a tener competencia: varios batzokis apuestan por Aitor Esteban, quien no lo ha negado y deja la puerta abierta. Hagamos un repaso de todo el proceso de renovación en el que está sumergido el partido nacionalista.
Recambio en las direcciones territoriales
En el seno del PNV, partido dirigido por Andoni Ortuzar como presidente del Euzkadi Buru Batzar (EBB), ha habido movimientos en las últimas semanas. El PNV empezó su proceso de renovación a finales de octubre. Tras un proceso de elección interno, Iñigo Ansola fue elegido en la asamblea de Vizcaya; Jone Berriozabal, candidata oficialista, fue la elegida en Álava tras un reñido recuento de votos contra Gorka Urtaran, exalcalde de Vitoria-Gasteiz; y por último, Maria Eugenia Arrizabalaga fue elegida en la asamblea de Gipuzkoa, tras ser la única candidata en pasar a la segunda ronda.
Es cierto que ha habido un relevo en lo que se refiere a nombres, e incluso, los perfiles. De todos modos, las tres candidaturas que ganaron en noviembre de 2024 son continuistas con las políticas adoptadas por las anteriores direcciones, por lo que el partido no va a sufrir una metamorfosis, más bien al contrario: las líneas políticas y estrategias no van a diferir de lo planteado hasta ahora.
Ortuzar, más de una década al frente
Andoni Ortuzar, natural de Abanto y Ciérvana-Abanto Zierbena y ex director general de EITB (la televisión pública del País Vasco), lleva en el cargo de presidente desde 2013, cuando Iñigo Urkullu dejó el puesto para ser Lehendakari. Ortuzar ha guiado el partido desde entonces y ha sido partícipe de las decisiones importantes, tanto con Mariano Rajoy al frente como durante la presidencia de Pedro Sánchez. Algunas voces expertas dicen que la mayor virtud de un político es el arte de saber pactar con aquel que piensa diferente. En ese ámbito destaca Ortuzar, que ha sabido firmar pactos con Rajoy y Sánchez, siendo además muy respetado por todos.
En los tres mandatos de Ortuzar, Urkullu ha conseguido mantener el poder en el Gobierno Vasco con el apoyo del PSE-EE. En cambio, la inesperada apuesta por Pradales, y sobre todo las formas de apartar a Urkullu, han podido afectar a la popularidad de Ortuzar dentro del partido. Además, pese a que sea cierto que Pradales es Lehendakari, la distancia sobre EH Bildu se ha reducido a un puñado de votos. Recordemos: el PNV y EH Bildu lograron cada uno 27 escaños, pero es el PNV quien gobierna gracias al apoyo del Partido Socialista de Euskadi.
Los resultados electorales no son el único signo del desgaste de Ortuzar. En estos últimos meses, su silencio ha dado pie a todo tipo de especulaciones sobre la decisión de seguir un cuarto mandato o no. Él siempre ha defendido tener tomada la decisión, pero no la ha revelado para no condicionar a los militantes en el proceso de renovación. No fue hasta hace dos semanas cuando Ortuzar se pronunció sobre su futuro: “A disposición del partido”. Cuando el futuro del astro brasileño Neymar estaba en el aire, Gerard Piqué subió una foto con el famoso #Se queda. Ortuzar se quiere quedar, pero ¿conseguirá el apoyo de los militantes del partido o, por el contrario, se marchará como hizo Neymar?
Otro de los partidos que criticó la cesión del palacio de París al PNV fue VOX. Los de Santiago Abascal han iniciado una ofensiva parlamentaria en el Senado para exigir la comparecencia de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, del director general de Patrimonio del Estado, Juan Tejedor, y del director del Instituto Cervantes, Luis García. Es más, VOX ha pedido por carta al PNV que devuelva en menos de 24 horas el edificio de París para no verse ante la justicia. Ante este tono amenazante, Ortuzar ha sabido esquivar la flecha envenenada y ha respondido con rapidez, y mediante carta también, a Abascal: “Me quedo con nuestra sana alegría, y no con su insano rencor. Por ello, le ahorro las 24 horas de espera. Puede darse usted por contestado”.
El PNV siempre se ha caracterizado por ser un partido tradicional. Ahora parece que se encuentra en un periodo de renovación generacional: nuevas caras y nuevos perfiles. El resultado de este relevo generacional lo sabremos el 29 y 30 de marzo, cuando celebren la IX Asamblea General. No obstante, Ortuzar ya ha cumplido 13 años en la dirección del partido, que son muchos, con sus luces y sombras. Puede que sea hora de pasar el testigo. ¿A quién?
Esteban, la virtud de la palabra
Aitor Esteban es una, si no la que más, de las caras más conocidas y visibles del PNV en el Congreso de los Diputados. Portavoz desde del 2012, ha sido testigo de unos cuantos logros de la formación nacionalista y de alguna que otra anécdota graciosa: “Si quieres grano Aitor, te dejaré mi tractor”. Pues bien, utilizando el símil de “suena Michel”, suena Aitor Esteban como reemplazo en la dirección del PNV. Lo que en un principio era una posibilidad remota, está cogiendo fuerza tras el apoyo en diversos batzokis de Guipúzcoa y Vizcaya.
Es más, Esteban ve con buenos ojos pasar a la segunda vuelta y competir por la dirección del partido a Ortuzar. Hasta hace apenas unas semanas esta opción era remota; a la espera de la decisión de Ortuzar, todo hacía prever que sería él mismo quien dirigiese el partido un cuarto mandato. El silencio de Ortuzar, por un lado y el apoyo de varios batzokis a la figura de Esteban, por el otro, han abierto la posibilidad de que las dos figuras más importantes del partido se enfrenten por la dirección.
Aitor Esteban está dispuesto a coger el envite de las bases y así pasar a la segunda vuelta. La primera concluye hoy, y para optar a la segunda vuelta, como se describe en los estatutos del partido, debe tener el apoyo de tres batzokis. Esteban dice estar “abrumado” por el apoyo de las bases y asegura que “es hora de la afiliación”. Tiene los apoyos suficientes, pues según publica el Deia tendría el apoyo de hasta 50 batzokis para ir a la segunda vuelta, así que ahora es su decisión aceptar la propuesta de las bases o no. Todo parece indicar que lo hará. La elección se reduce a optar entre la continuidad del presidente o un cambio, aunque no implique una nueva generación.
Esteban es un político con largo recorrido. No es una cara nueva y su posible presidencia no implica un relevo generacional; ni siquiera implica un relevo, ya que no difiere del rumbo tomado por Ortuzar. Pero si las bases han invitado a Esteban a pasar a una segunda vuelta es porque el PNV parece querer un cambio. Esteban no va a cortar de raíz con Ortuzar, ni mucho menos. El cambio será mínimo, circunstancial, pero quizás sea el momento de ese relevo en la dirección del partido jeltzale.
Olano manda en Gipuzkoa
El exdiputado por Gipuzkoa, Markel Olano, va a tener mucha influencia en el resultado final. Es él quien ha ganado en Gipuzkoa, con apoyo de 30 batzokis. Según distintas informaciones, Olano no aceptará pasar a una segunda vuelta, pero tiene intención de ganar peso en la dirección. De este modo, el apoyo de los 30 batzokis que en esta primera vuelta han apostado por Olano será definitivo. Ahora comienza la segunda vuelta, donde cada batzoki elegirá entre los candidatos que acepten pasar a la segunda vuelta. La decisión de cada batzoki será importante, sobre todo de aquellos de Gipuzkoa, donde Ortuzar apenas ha tenido peso.