
La llegada de Donald Trump a la Casa Blanca pone sobre la mesa una gran cantidad de interrogantes tanto en el ámbito de la política doméstica como en el de la internacional. Es en este último ámbito donde ubicamos al protagonista de hoy: Irán. Situado en un Oriente Medio cada vez más convulso, Estados Unidos sin duda tendrá en el punto de mira a uno de sus rivales históricos en su punto más débil.
¿Por qué Irán?
Irán es uno de los países clave en Oriente Medio y el punto vertebrador del llamado “eje de resistencia”. Este comprendía hasta hace poco a Irán y Siria, además a diferentes grupos terroristas y organizaciones políticas diversas, entre las que destacan Hamás y Hezbolá. El objetivo de esta alianza es ir en contra de los intereses estadounidenses en la región y su mecanismo de actuación predilecto es el envío de armas y fondos a grupos desestabilizadores. Con la caída de Siria y el debilitamiento de Hamás el eje está en una posición bastante comprometida.
Además de esto, Estados Unidos teme una escalada nuclear en la región con un Irán debilitado que estaría relativamente cerca de conseguir uranio enriquecido.
¿Cuál es la relación entre Trump e Irán?
Podemos empezar hablando de Plan de Acción Integral Conjunto sobre el programa nuclear iraní. Este era un acuerdo firmado en 2015 por el cual China, Francia, Rusia, Reino Unido, Estados Unidos, Alemania y la Unión Europea acordaban levantar sanciones económicas a Irán a cambio de que este sacara el Uranio enriquecido del país y accediera a no seguir desarrollando tecnología nuclear. Trump hizo que Estados Unidos saliera del pacto en 2018 alegando que era “demasiado unilateral”, lo que tuvo como consecuencia que Irán retomara el desarrollo de este tipo de armamento.
Además de esto, Trump ordenó el asesinato de Soleimani, el director de la Fuerza Quds, una importante agencia de inteligencia iraní. El asesinato se produjo, según Trump, en base a unos informes de la inteligencia estadounidense que apuntaban a una serie de ataques a embajadas estadounidenses. El propio secretario de defensa de Estados Unidos desmintió posteriormente que estos informes existieran.
Durante las primarias republicanas de 2024, se detuvo a un hombre iraní por presuntamente conspirar para asesinar a Donald Trump como venganza por la muerte de Soleimani. El gobierno iraní negó rotundamente cualquier vinculación con el incidente.
¿Qué podría pasar?
Aquí es donde llegan las dudas pues no podemos saber a ciencia cierta como actuará esta vez el presidente estadounidense, lo único que tenemos claro es que algo va a pasar. La noción más extendida es que Trump intentará emplear la “diplomacia coercitiva” para negociar un nuevo acuerdo con un Irán debilitado en el que estén mucho más representados los intereses estadounidenses.
También podríamos ver una versión más agresiva en la que primara la parte de “coerción” sobre la de “diplomacia” a través de un incremento del apoyo armamentístico a Israel o incluso una actuación directa sobre el terreno del ejército estadounidense. En los últimos días esto se ha complicado, pues Irán y Rusia han firmado un pacto de colaboración en materias de defensa.
Tendremos que esperar para encontrar respuestas a todas estas preguntas, con apenas un día de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos, todo está aún sobre la mesa.
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